Los últimos dias de Pompeyo

"...fueron aquellos últimos dias, cuando ya era cosa sabida la marcha del emperador, un revuelo, un arrebato, un yoquesé...aquellos aspavientos, aquellos visajes, aquellos gestos mostraban en su exageración el yapuestos de quemar las últimas pólvoras, pero tenían, por lo necio de su origen, nada de la belleza de los cantos de los cisnes, sino más bien todo lo desagradable del croar de las grullas"
"...un poco entre el abandonar del barco, el quemar de los archivos imperiales, la manía esa bondage fitting de dejar todo atado y bien atado, solventado lo de la clientela con mayor o menor fervor y bien abastecido de bustos los almacenes imperiales, toda el trabajo tenía más que ver con la agitación frenética del sálvese quien pueda que con la actividad práctica de llevar un imperio con el mínimo arreglo".

(De las "Crónicas de un lejano Imperio". Cartas de un subalterno convaleciente de las diversas cogidas con dos trayectorias. Ed. El Pámpano Colorado. Anónimo. ISBN 1234567890)